Review: Mi carrera de fondo Nuria Ferrero Sánchez




Hace unos años trabajé en una tienda de suplementación deportiva, donde comencé a ver desde otra perspectiva el ámbito de la nutrición y su aplicación; sobre todo en el deporte.
Visite diversas  ferias cómo el ACE (Arnold Classic Europe) Uno de los eventos más importantes de la IFBB, allí entendí el significado de dos palabras que yo nunca había llevado a la práctica en lo que a deporte se refiere: esfuerzo y disciplina. Ver esos cuerpos, esculturales, perfectos, sin exceso de grasa; tanto las mujeres cómo los hombres parecen estar esculpidos en piedra.
Fue en ese momento cuando comencé a seguir a la autora del libro “Mi carrera de fondo” me llamó la atención desde el principio; una chica joven, estudiante y con un futuro prometedor: Nuria Ferrero.
Poco a poco, comencé a entender un poco más de su historia; ella al igual que muchas otras personas ha sufrido un TCA o Trastorno de la Conducta Alimentaria. Ella, ha tenido el valor de contar desde dentro, lo que pasa cuando se cierra la puerta del régimen de visitas o lo que puede suponer los menús que ofrecen en los hospitales.
Hace unas semanas, decidí escribir a Nuria, para felicitarla por sus éxitos y decirle que soy una gran admiradora suya; me sorprendió la rapidez de su respuesta y me comentó que podía comprarle el libro directamente a ella y que me lo enviaría firmado. En ese momento una mezcla de sensaciones invadió mi cuerpo, no solo iba a tener un ejemplar de “Mi carrera de fondo” sino que, además iba a estar dedicado por la propia autora.
Unos días después recibí el libro en casa y no lo solté de mis manos hasta que no lo había terminado, cada vez que pasaba una hoja, comprendía cómo muchas veces los profesionales de la salud pueden cometer errores en una enfermedad tan sensible cómo es la anorexia; por ello hoy voy a hablaros de mis impresiones de este libro como dietista y de algunas de las propuestas que Nuria tiene acerca de cómo tratar a los usuarios de los centros.
  • Me llamó muchísimo la atención, como Nuria relata que el “castigo” por no querer comer era un batido “hiper calórico” supongo que debe tratarse de una especie de Mass Gainer. Bajo mi punto de vista me parece una burrada usar los roles castigo-recompesa con la comida en personas que están intentando recuperarse de un problema relacionado con la alimentación. Continuando con estos roles, ella relata cómo eran castigadas o recompensadas con actividades colectivas como pintar.

  • Otra cosa que me erizó la piel fue una anécdota que narra en su libro sobre una tienda de ropa, además de haber trabajado en una tienda de suplementos y en la residencia de ancianos, también he trabajado en una conocida cadena de tiendas de ropa. En este capítulo Nuria relata cómo una talla XS y una 34 le iban holgadas hasta tal punto, que se le caían. Si habéis tenido de cerca unos pantalones de la talla 34, posiblemente a vosotros también os invada el mismo escalofrío.

  • Nuria, desde su propia experiencia y su afán de superación, utiliza el arma más potente que tenemos en nuestro poder, la misma que puede distorsionar la visión que tenemos de nosotros mismos y que, a la vez es capaz de sacar lo mejor de nosotros siendo la que tira de nosotros cuando el cuerpo se rinde: la mente. Ella habla de cómo pueden distraerse los pensamientos y canalizarlos a cosas positivas como el emprendimiento y la superación personal.

  • En el libro también podemos encontrar una recopilación de las “rutinas” que tenía ella al momento de comer, y mientras narraba sus movimientos meticulosos para acabar el plato, me venían a la mente los menús del hospital, sobre todo los de los domingos; ligeramente más calóricos y elaborados que el resto de la semana; siempre había visto estos menús como una manera de que los residentes se olviden de que están ingresados y puedan disfrutar igualmente de una comida de domingo. Estos menús que pueden parecer un pequeño placer para los usuarios, es una prueba de fuego total para las personas que padecen una TCA, desde que leí este libro veo los menús de una manera diferente. Con todos los conocimientos que tenemos de los alimentos gracias a la biología, Ciencia y Tecnología de los Alimentos y la propia Nutrición, deberíamos plantearnos la inclusión de un menú especialmente diseñado para este tipo de conducta:

  • Pienso que estos menús de los que os hablo, deberían tener en cuenta varias cosas: el estómago de una persona con anorexia es más pequeño y sensible que un estómago normal debido a los periodos de ayuno, por lo que una dieta BASAL no es la más indicada para ellos.

  • Nos dediquemos o no al mundo de la nutrición, todos tenemos unos conocimientos más o menos establecidos acerca de los alimentos; por ejemplo todos sabemos que las verduras y la bollería son ricos en hidratos de carbono, pero también sabemos que no son el mismo tipo ni nos aportan los mismos beneficios. Por ello, creo que se debería de eliminar de estos menús los rebozados y los fritos, ya que un usuario con un trastorno de conducta alimentaria los va a identificar enseguida como dañinos o que les van a hacer engordar.

  • Sin embargo, también sabemos que los cortes magros de las carnes no tienen grasa y que, son una buena forma de comenzar a reconstruir la masa muscular

  • Por ello, creo que si algún día se elaborases menús especialmente diseñados para las TCA, deben ser ricos en verdura y proteína; las primeras son fundamentales para reparar las anemias y demás déficits que provocan los ayunos prolongados, algunas, como la patata, la zanahoria y la calabaza tienen una cantidad de hidratos de carbono, que suponen una fuente de energía lenta y prolongada, para evita su aversión, las incluiría en purés y cremas ligeras. Las segundas cómo hemos mencionado antes, para favorecer la masa muscular.

  • Otra cosa que me llamó mucho la atención es que, al estar catalogado dentro de “enfermedades mentales” a menudo están ingresados personas esquizofrénicas; algo que creo que no es beneficioso para ellos. Posiblemente esto sea fruto de la precariedad que sufrimos dentro de nuestra sanidad pública. Espero que se creen más aéreas para el ingreso específico de este tipo de conductas, donde el hospital, no parezca tanto un hospital, y que los usuarios tengas zonas donde puedan dibujar, escribir, leer, escuchar música y puedan recibir las visitas de sus familiares y amigos más a menudo.

  • Por último, me gustaría que todos hiciéramos un ejercicio de crítica constructiva, y pensemos que al igual que yo, que tengo una conexión a internet y un ordenador, lo tienen la gran mayoría de jóvenes de este país, y que se tarda bien poco en encontrar webs y blogs PRO-ANA Y MIA. Estas webs deberían ser perseguidas y clausuradas por los gobiernos, ya que, estas webs lejos de ayudar a personas con problemas de sobrepeso y autoestima; van a hacerles caer en las redes de una de las conductas más peligrosas que pueden llevarse a la muerte.
Espero que algún día, este libro llegue a todos los jóvenes, profesores, padres y profesionales del Sistema Sanitario, para que entiendan un poco más a personas en esta situación y pueda ser de ayuda en la búsqueda de un tratamiento beneficioso y efectivo.
Me gustaría mencionar una de las cosas por las que más admiro a Nuria, ella, tras haber pasado por una TCA, decidió comenzar a hacer deporte, a desarrollar masa muscular dónde solo había piel, todo un ejercicio de esfuerzo y superación.

Comentarios